domingo, 6 de diciembre de 2020

SALTO DEL NERVIÓN Y GOIURI.


No es la primera vez que subo fotos de estos dos sitios. Estas las he encontrado revisando carpetas, ya que la pandemia me tiene encerrado en el municipio no me queda otra.

EL SALTO DEL NERVIÓN.

 Con sus 222 metros de caída es el salto de agua de mayor altura de la península ibérica.​ No siempre tiene agua así que o tienes suerte o planificas la salida para encontrarla en condiciones. 

El salto lo forma el curso de agua originado por la confluencia de los arroyos Iturrigutxi, Ajiturri y Urita, y denominado río Délica, ve interrumpido su cauce por los cortados del Cañón de Délica. Convencionalmente después de pasado el salto, el río Délica recibe ya la denominación de rio Nervión que, antes de desembocar en el Cantábrico, forma la ría de Bilbao. Al discurrir por un terreno kárstico, estos arroyos son estacionales y solo se precipitan por la cascada unos dos meses al año coincidiendo con época de lluvias o deshielo de nieves. El resto del año las aguas del sistema kárstico manan en la zona del valle, ya cerca de la localidad de Orduña.







Su hermana pequeña.

LA CASCADA DE GOIURI.

La cascada de Goiuri o Gujuli es un salto vertical de más de 100 m de altura que tiene el arroyo Oiardo cerca de la localidad de Gujuli, en el municipio de Urcabustaiz en la provincia de Álava, unos 30 km al noroeste de Vitoria-Gasteiz, en la carretera que une Orduña con Murguía.
Es, además, una cascada con leyenda que habla de un pastor llamado Urjauzi y de una lamia –ser mitológico del folklore vasco, especie de ninfa con pies de pato.
Según la fábula “en Goiuri vivía una lamia que pasaba el día arreglándose delante de un espejo mágico que le concedía todo cuanto le pedía. En ello estaba cuando un pastor llamado Urjauzi se encaprichó del espejo y se lo afanó en un descuido.
El zagal lo malbarató pidiéndole caprichos y extravagancias, hasta que un día la lamia le descubrió bajo un haya a la vera del río. «¿Cómo te llamas?», le preguntó. «Urjauzi», contestó el pastor. Y en ese mismo instante se convirtió en el gran salto de agua de Goiuri, porque grande era su falta y porque Urjauzi, en euskera, significa cascada.