lunes, 6 de diciembre de 2021

MORITO COMÚN (Plegadis falcinellus falcinellus).



El morito común (Plegadis falcinellus falcinellus), ​ es una especie de ave pelecaniforme de la familia Threskiornithidae propia del sur de Eurasia, África, Australasia, el Caribe y la costa atlántica norteamericana. ​​Es un ibis de color pardo rojizo oscuro, que frecuenta humedales costeros. Es el único ibis que aparece de forma natural en Europa.
Resulta inconfundible por el largo pico curvado, una silueta estilizada y el plumaje irisado que brilla al sol con tonos metálicos. Es un ave típica de marisma, que normalmente se encuentra asociada con garzas y espátulas. Después de muchos años, hoy se vuelve a reproducir en diferentes puntos de la península Ibérica. Se alimenta básicamente de invertebrados, insectos acuáticos, también crustáceos, moluscos, gusanos, etc.
Cría en colonias, mezclados con garzas, pone de 3 a 6 huevos de color verde azulados y con una sola puesta al año. Incuban durante 21 días por ambos sexos. Los pollos son nidícolas con plumón negruzco manchado de blanco en la cabeza. 
Suele volar con batidas rápidas y a veces planea a buena altura. Vuela con el cuello extendido y las patas hacia atrás. Sociable, se reúne en pequeños grupos para comer, lo que hace en el fango o arena, sondeando con el pico. Caza andando despacio y puede nadar algunas veces. Se posa con facilidad en los árboles.
Según la leyenda, el ibis es el último animal que se refugia antes de un huracán y el primero en reaparecer después del mismo. El que haya disfrutado de la silueta y vuelo de esta ave en un humedal al atardecer podrá entender el porqué.
Las fotos se realizaron en el mes de Junio en el Delta del Ebro.

 








sábado, 27 de noviembre de 2021

ROCHEFORT - EN - TERRE



Rochefort-en-Terre es una comuna francesa del departamento de Morbihan en la región de Bretaña.
Rochefort-en-Terre se dotó en el siglo XII de un castillo construido por los señores de Rochefort sobre un espolón rocoso en el que ya hubo fortificaciones de época romana. El pueblo se desarrolló a partir del castillo, que era el núcleo de un importante señorío que se extendía por una decena de parroquias.
En marzo de 1793 los chucanes  (en francés: les Chouans) tomaron el castillo. 
Durante el siglo XIX se desarrollan la industria de la pizarra y del cuero. En 1892 la población tomó el nombre de Rochefort-en-Terre.
A partir de 1903 Alfred Klots propietario del castillo, invitó a algunos pintores a la localidad y comenzó a desarrollar el turismo, sector hoy en día clave para Rochefort-en-Terre








El corazón de la cité es la Plaza du Puits, con su curioso pozo central. En la Place du Puits estuvo el primer mercado de la ciudad, y según parece, también es el lugar donde se instaló la guillotina utilizada en 1793 para ejecutar a tres contrarrevolucionarios condenados a muerte.




El castillo de Rochefort Uno de esos elementos del medievo es el castillo de Rochefort y sus murallas (monumentos imprescindibles que ver en Rochefort-en-Terre). La fortaleza original data del siglo XII, aunque ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de su historia. De hecho, el toque palaciego actual se lo debemos a su propietario de principios del siglo XX, el artista norteamericano Alfred Klots.
Puerta de acceso a los jardines del castillo.



Capilla de Saint Jean, en los terrenos del castillo.



Antigüamente en la zona más baja vivían los alfareros, los curtidores, etc. mientras que en la alta lo hacían los nobles, los clérigos y los militares. Una cierta esencia de ello todavía se mantienen en sus casas de granito con tejados de pizarra, unas con forma de suntuosos palacetes y otras que aún dan vida a talleres de artesanía originales.


La Colegiata de Notre Dame-de-la-Tronchaye
Este es el templo más importante de Rochefort-en-Terre. Data en su principio del siglo XII y es uno de los enclaves imperdibles en el pueblo (literal, destaca por su tamaño).
La leyenda dice que tras numerosas invasiones normandas, un sacerdote escondió en un tronco una imagen de la Virgen dando de mamar al Niño, y que justo en este punto la encontró una pastora, y decidieron erigir una iglesia allí mismo.


Una de las dos grandes puertas de acceso a la villa, la PORTE DE L’ÉTANG Esta puerta era una de las entradas de Rochefort. El eje Norte-Sur coincide con la ruta de la sal, que en otros tiempos se transportaba desde la zona marítima del río Vilaine (La Roche-Bernard y Guérande) tierra adentro (Bretaña interior). Como en aquella época la Rue Candré era una calle principal, se la denominaba la «Grande Rue».

Ancien Lavoir Este lavadero municipal del siglo XVI se nutría de las aguas del arroyo Le Candré. Junto a él se encuentra un lavadero privado.

 

jueves, 25 de noviembre de 2021

EL CASTILLO DE FOUGÉRES.


Dicen que el Castillo de Fougères es la fortaleza más grande de Europa, eso no lo sé, si que es uno de los más imponentes châteaux forts franceses, un amplio conjunto medieval —más de dos hectáreas— de los siglos XII al XV.​ El castillo se encuentra en la parte occidental de la ciudad amurallada de Fougeres, en Bretaña, en el departamento de Ille-et-Vilaine.
El castillo está construido sobre un sitio naturalmente protegido, un roquedo que emergía de un área pantanosa, rodeado por un bucle del pequeño río Nancon, un afluente del Couesnon, que actuaba como un verdadero foso natural.
El castillo es un verdadero compendio de la arquitectura militar construida a lo largo de 400 años: las primeras torres fueron cuadradas y tuvieron un verdadero papel defensivo, pero pasivo; las torres circulares ya permitían que los defensores no temiesen los puntos ciegos al tirar; las torres en forma de herradura protegían hábilmente las bases de las torres y tenían suficiente espacio para arqueros y ballesteros.
Propiedad desde 1820 de la familia de Pommeureul, el castillo fue vendido al municipio por la suma de 80 000 francos-oro (alrededor de 282 000 euros en la actualidad) en 1892.