Las ermitas de la Mare de Déu de la Roca y de Sant Ramon de Penyafort están situadas en el municipio de Mont-roig. Se encuentran en la cima de una gran roca roja en la que la erosión ha tallado formas curiosas. La de Sant Ramon, que es la situada más arriba, se encuentra prácticamente colgada en la cima de la roca. Desde allí hay una magnifica panorámica del Baix Camp que llega hasta el mar.La ermita está documentada desde el siglo XIII, aunque ya se habla de ella desde el siglo XII. Dispone de hospedería junto a la capilla de la virgen, en una especie de plaza a la que se accede nada más entrar en el recinto. Merece la pena subir hasta la capilla de Sant Ramon.
También tiene su leyenda: En una ocasión un rey moro, que con su caballo, fue a la ermita de la Roca. Subió arriba la ermita de San Ramón y robó la lámpara de plata que había. Bajó, entró en la iglesia y allí robó las joyas de la Virgen. Mientras robaba, comenzaron a salir nubes, oscurecía, y se sentían truenos y relámpagos. El rey salió a la plaza, subió al caballo y se marchó, llevando todo lo que había robado. Pero el caballo al oír el chasquido de los truenos y rayos que no paraban, se desbocó, y cuando estaba en la "bajada del rey moro" ', resbaló, y caballo y rey cayeron abajo de un barranco que hay al lado y allí murieron. En esa bajada aún se ven los resbalones del caballo. Hay quien dice que aún se puede ver la silueta del rey moro y la del caballo, al otro lado del barranco; si no lo tapan las hierbas.
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