domingo, 7 de noviembre de 2021

Dolmenes de La Rioja Alavesa

DOLMEN DEL ALTO DE LA HUESERA.

El dolmen del Alto de la Huesera está considerado como el mejor dolmen de la Rioja Alavesa. En el interior de este dolmen se localizaron restos de unos 130 individuos, de ambos sexos y de todas las edades, acompañados de herramientas de sílex, fragmentos de cerámica, una punta de flecha de bronce y diversos objetos decorativos como cuentas de collar y abalorios de diferentes materiales. En el corredor se encontró, además, una estela con varias líneas incisas que se han interpretado como una mano empuñando un objeto. Fue construido hace unos 5.500 años, durante el Neolítico Final, y fue utilizado de forma intermitente durante 2000 años, especialmente durante al período del Calcolítico. La losa de cubierta cayó dentro de la cámara, tal vez a consecuencia de un terremoto. Aun así se siguieron realizando enterramientos hasta los inicios de la Edad del Bronce.






 LA CHABOLA DE LA HECHICERA.
El Dolmen de la Chabola de La Hechicera (en euskera: Sorginaren Txabola) es uno de los dólmenes más importantes del País Vasco (Euskadi), probablemente sea el más grande y el que mejor conservado está de toda la zona.
Se localiza en el lugar llamado “Lanagunilla”, entre los ríos San Ginés en el Barranco de Biurco y el Quintanilla, a 620 m sobre el nivel del mar (Elvillar, provincia de Álava).
Fue erigido hace unos 5.000 años por gentes neolíticas que practicaban ya la agricultura y la ganadería, y utilizado hasta hace 3.000 en una etapa correspondiente ya a la Edad del Bronce.
El dolmen La Chabola o Choza de la Hechicera es un lugar de enterramiento colectivo. Su nombre rememora una leyenda que lo relaciona con la casa de una bruja a la que en las mañanas de San Juan se oía cantar
En las diferentes campañas de excavación que se han realizado en el monumento funerario se han hallado los restos de 39 individuos allí inhumados y de sus ajuares. Se encontraron numerosos objetos, además de restos humanos: hachas, trozos de cerámica entre los que destaca un vaso campaniforme del tipo cienpozuelos, aros, un ídolo espátula de hueso, etc. De su estudio y datación se ha deducido que el monumento se mantuvo en uso durante los periodos Calcolítico, Eneolítico, Edad del Bronce y Romano.






DOLMEN DE SAN MARTIN.
Es un dolmen de corredor cubierto con losas planas y cámara funeraria. Todo ello rodeado por un túmulo circular de tierra y piedras que ha sido dañado por la explotación agrícola. Una característica especial de este dolmen es el doble uso que se ha dado en dos épocas diferentes. El monumento se levantó a finales del Neolítico sobre una pequeña colina que poseía un carácter sagrado para la comunidad. Sufrió la caída de dos de las losas que conformaban la cámara funeraria sobre finales del Neolítico principios del Calcolítico y siguió siendo utilizado hasta finales del Calcolítico o comienzos de la Edad del Bronce. Sobre el dolmen, apoyado en las losas de la cámara dolménica, se ha construido un chozo o guardaviñas, que aprovecha piedras del propio túmulo.
Las dos losas caídas proporcionaron dos niveles de ocupación diferenciados, uno de ellos de época neolítica y el otro de época calcolítica.
En el primer nivel, formado por 190 cm de tierra bajo los ortostatos caídos, se hallaron restos de 21 individuos con sus ajuares compuestos por piezas típicamente neolíticas. En el segundo nivel solo se exhumaron resto de un individuo y se recogieron diversos objetos. Bajo una de las losas caídas en la cámara dolménica se hallaron tres estela funerarias hechas en arenisca que debieron estar enfiladas con orientación de sur a norte y situadas de forma contigua dando pie a la hipótesis que estas tres estela presidían el lugar donde se depositaban los individuos inhumados en la primera etapa de uso del dolmen. Las estelas median unos 60 centímetros de anchura por 65 de altura y 15 de espesor.






DOLMEN DE EL SOTILLO.
Como el anterior, también es un sepulcro megalítico de corredor. La cámara sepulcral, de planta ovalada (3,30 m x 2,90 m), está configurada por 9 losas, de las que alguna llega a tener hasta 2,20 metros de altura. El corredor (0,60 m de ancho y 1,30 m de altura), se define gracias a 5 losas. Alrededor del monumento se observa el túmulo realizado en base a tierra y piedra de pequeño tamaño con un diámetro de unos 18 metros. La pista de acceso al túmulo corta parte del mismo.
El conjunto de dataciones señala una ocupación del sepulcro en tres etapas diferentes que comprenden el Calcolítico -unos 4.200 años-, la Edad del Bronce -unos 3300-. y una última inhumación durante la Edad del Hierro, de hace 2740 años.
De entre los restos óseos humanos recuperados, se ha podido contabilizar un NMI de 13 individuos (11 adultos, un juvenil y un infantil)32. Las dataciones obtenidas corresponden a fechas del Calcolítico avanzado-final, campaniforme; siendo utilizado de nuevo en el Bronce medio e incluso final, tras un hiato de medio milenio.
De El Sotillo llama poderosamente la atención que uno de los individuos enterrados –según el estudio de ADN realizado en la Universidad norteamericana de Harvard-, datado de la época del Bronce, posee el haplogrupo del pueblo Yamna, originario de la región del Caspio o del Cáucaso.




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