jueves, 24 de noviembre de 2022

MINERVE

Minerve es un pequeño pueblo medieval capital histórica del país del Minervois. En el siglo XIII, durante la Cruzada albigense, después del saqueo de Béziers, en 1209, Minerve fue uno de los refugios principales para los cátaros y caballeros faidits de la región. En la primavera de 1210, Simón de Montfort decidió preparar la ofensiva contra Minerve, capital del Minervois. Las asombrosas defensas naturales de Minerve, con sus gargantas; además, 1000 m de murallas dobles bordeando barrancos impresionantes y el acceso a la meseta calcárea defendido por un sólido castillo vizcondal, disuadieron a Montfort de intentar un asalto. El lugar solo podía ser tomado por un sitio, teniendo como aliados la sequía y el calor. Los cruzados podían acelerar las cosas destruyendo la principal reserva de agua de los sitiados, el pozo, situado en la parte baja de la ciudad, al pie del acantilado que domina el río Brian.












Cuatro catapultas fueron colocadas contra Minerva, tres apuntando a la puerta de la ciudad y la cuarta, la más grande, bautizada como la Malvoisine (Mala vecina), en el otro extremo, con el objetivo de destruir el pozo. A principios de verano, las catapultas comenzaron a batir muros. En el interior de la ciudad, empezaron a escasear los víveres, no solamente el acceso al agua estaba constantemente amenazado, sino que sabían que a la primera brecha en cualquier acceso, los 200 hombres de guarnición no resistirían el ataque de los cruzados.
Tras siete semanas de asedio, el pozo cedió y el vizconde de Minerva, Guilhem de Minerve, tuvo que negociar la rendición. Él consiguió salvar la vida, lo mismo que los habitantes de Minerve. Para los más de 150 Perfectos cátaros, hombres y mujeres, refugiados en la ciudad, hicieron construir una gigantesca hoguera en la que todos perecieron, el 22 de julio de 1210, al no querer abjurar a su fe. Esta fue la primera gran hoguera colectiva de la Cruzada albigense, Montsegur, 34 años más tarde sería la última.



 

jueves, 17 de noviembre de 2022

ABADIA de KYLEMORE.


Castillo/abadía de Kylemore. Casi oculta entre los parajes de la región de Connemara se encuentra esta finca de mil hectáreas. El palacio fue construido en el siglo XIX por Mitchell Henry como regalo para su esposa Margaret, una enamorada de la zona desde que la recorriese en su luna de miel. Sin embargo, en la actualidad es ocupada por monjas benedictinas. Por esa misma razón, del castillo sólo se puede visitar la planta baja, que tiene recreados salones donde predomina la madera y los tonos rojizos y azules. Margaret murió tan sólo cuatro años después de que finalizase la construcción del castillo al contraer disentería durante un viaje a Egipto, y su marido erigió además una iglesia de estilo neogótico y un mausoleo en la misma finca, en su memoria. La propiedad cuenta también con un Jardín Victoriano Amurallado, alejado del palacio 1’5 kilómetros (se puede ir andando por un sendero o tomar un autobús lanzadera que hace constantemente ese recorrido). Como dato curioso indicar que sólo incluye especies que existían en Irlanda antes de 1901. Bordeándolo ha crecido un bosque enorme de robles.












 

martes, 8 de noviembre de 2022

ABADIA DE FONTFROIDE


La abadía de Fontfroide es una abadía francesa del departamento de Aude a 14 km al sudoeste de Narbona, fundada como benedictina en el siglo XI por el vizconde de Narbona y acontecida cisterciense en 1145. La iglesia es del siglo XII mientras que el claustro es del siglo XIII. Tiene una rosaleda con 2.500 rosales. Fue fundada en el 1080 en unos terrenos cedidos por Aimeric II, vizconde de Narbona. Aunque la comunidad que se instaló en un principio seguía la orden de San Benito, pronto fue sustituida por la orden del Císter. Recibió la protección y las donaciones de los señores de la zona lo que le permitió prosperar con rapidez. Fueron los monjes de Fontfroide los que fundaron el monasterio de Poblet así como otros centros religiosos.
La abadía fue contraria a los albigenses: durante la cruzada fue el centro de la ortodoxia frente al catarismo y se benefició de las expropiaciones a los señores cátaros. Pierre de Castelnau, monje de la abadía, fue legado del papa Inocencio III para combatir la herejía cátara (1203). Fracasó en su misión ante Ramón VI, conde de Tolosa, al que excomulgó. Fue asesinado cerca de Saint-Gilles, se dice que a manos de un hombre del conde de Tolosa (1208). Su muerte provocó que en marzo de 1208, Inocencio III declarara la cruzada contra las tierras occitanas.
Uno de sus abades, Jacques Fournier, fue el papa Benedicto XII (1334-1342). En 1791 fue vendida. La vida monástica se retomó en 1858. En 1870 los monjes cistercienses acogieron a Antonio María Claret, que huido de España y enfermo terminó allí sus días el 24 de octubre del mismo año. Los últimos cistercienses salieron en 1901. En 1908 fue comprada por Gustave y Madeleine Fayet quienes se encargaron de su restauración.















 

sábado, 5 de noviembre de 2022

FLAMENCO ((Phoenicopterus).


Los flamencos mayores (Phoenicopterus). Son aves que se distribuyen tanto por el hemisferio occidental como por el hemisferio oriental; existen dos especies en América y una en el Viejo Mundo.
Es característico por su gran tamaño y peculiar aspecto que lo convierte en el ave acuática más espectacular que vive en nuestros humedales. En este sentido, lo habitual es que supere de manera holgada el metro de altura. Perteneciente al género de aves neognatas de la familia Phoenicopteridae, estamos ante una de las más hermosas que existen en el mundo, pero también de las más peculiares.
Cabe destacar, el tamaño de sus largas patas y del cuello, con 19 vértebras cervicales y sus tonos rosados. El color rosa de sus plumas es debido a unos microcrustáceos que colorean las plumas de los flamencos. Por otra parte, las aves más jóvenes tardan tres años en conseguir ese color rosado.
Para alimentarse, los flamencos hunden la cabeza y el cuello, excavando con el pico como si fuera una pala para filtrar esos microcrustáceos que, además de alimentarles, les colorea. Su coloración rosada está estrechamente relacionada con su alimentación. Y es que las algas forman parte de su dieta, conteniendo pigmentos carotenos que seguidamente se trasladan a sus plumas. Para alimentarse llenan su pico de agua para después expulsarla, y utilizan la lengua para retener aquello que hubiesen atrapado. Sumergen por completo su cabeza en el agua mientras se alimentan. Las fotos están hechas en el Delta del Ebro en septiembre pasado.