miércoles, 6 de noviembre de 2024

CHILE 3. San Pedro de Atacama y valle de La Luna.


San Pedro de Atacama es un pueblo situado en una meseta árida de las montañas de los Andes, en el noreste de Chile. El espectacular paisaje que lo rodea incluye zonas de desierto, salares, volcanes, géiseres y aguas termales. En el interior de la reserva nacional está el Valle de la Luna, una depresión con forma de luna donde se pueden encontrar formaciones rocosas inusuales, una enorme duna de arena y montañas salpicadas de vetas de color rosa.


Los orígenes de la ocupación humana del territorio que hoy conforma la comuna de San Pedro de Atacama se remontan alrededor de 11.000 años a.C. con grupos de cazadores-recolectores nómadas que se desplazaban por sectores de la puna y las quebradas en busca de recursos.

Calle Caracoles, la principal del centro de San Pedro de Atacama.





El Volcán Licancabur es un estrato volcán que se encuentra en la frontera entre Chile y Bolivia a la altura de San Pedro de Atacama. Es un lugar que se puede realizar montañismo, escalada y parapente.
Fue un ícono de los incas y se le llamaba la “montaña del pueblo” ya que siempre ha estado presente en el típico paisaje del desierto de Atacama acompañando en silencio a la flora y fauna andina de Chile.
El Volcán Licancabur tiene una altura de 5920 msnm y una forma casi perfecta. En su cráter, contiene la laguna más alta del mundo con una temperatura de 6°C. Debido a su altura, el clima es muy duro por lo que hay ausencia de flora y sólo encontraremos fauna planctónica.


El valle de la Luna es un paraje desértico ubicado en el desierto de Atacama, a 13 km al oeste de San Pedro de Atacama y a 110 km al SE de Calama, perteneciente a la región de Antofagasta. Estudios geológicos recientes indican que existió un gran lago o mar interior perimetral en el sector El Tambo entre Toconao y Peine a finales de la Era Terciaria formada por la cuenca hidrográfica del volcán Licancabur cuyos arrastres aluvionales y depósitos de detritos formaron la base de la cordillera de la Sal los cuales se depositaron a partir de una falla tectónica de la Cordillera de Domeyko, que es la base de tan peculiar paisaje. Está conformado por una serie de valles transversales y afloramientos elevados en sentido noroeste en forma de crestas de capas de limolita, yeso, y sal (cloruro de sodio), arcilla y arena conformando rocas sedimentarias de origen paleozoico.





Fue modelado a lo largo de milenios por la erosión fluvial y eólica, las que han tallado su suelo en formas tales como: crestas con puntas, hondonadas, montículos de colores grises y ocres, que le dan esa apariencia lunar tan característica.








No existe vida en este valle, ni humedad, convirtiéndolo en el lugar más inhóspito del planeta.

Las tres Marías, así se las llama a la formación de piedras erosionadas por la sal y el viento, son unas formaciones espectaculares que se encuentran en la entrada del Valle de la Luna, también se las llama “Los Vigilantes”. Están formadas por granito y cuarzo

El tiranosaurio rex.


Antiguos corrales.



La sal está presente en todos lados.

Vieja mina de sal.


Lo que queda de los alojamientos mineros.



El valle de la Luna es un sitio que se caracteriza por lo abrupto del quiebre escénico, la belleza escénica de sus colores térreos, el silencio absoluto, la escasez de humedad, flora y fauna, encontrándose solo algunos ejemplares de lagartija de Fabián.


Mirador de La roca del coyote.



No hay que perderse las puestas de sol.




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